De nuevo en las noticias y como
otras veces vistos con estereotipos y miradas superficiales. Esta vez tiene que
ver con la homosexualidad y el Escultismo y se aprovecha el aire para recurrir
a otros tópicos: "cursis", "militarizados" y
"religiosos".
Rascamos un poco, y no es
necesario demasiado, para descubrir muchas verdades diferentes. Ante todo decir
que el universo scout es complejo lo cual ya dice mucho en su favor: existen
tendencias, líneas y versiones que son capaces de convivir. Es inherente al
potencial de su propia identidad: no se trata de "pasar el rato"
entre gente joven alejándolos de "nocivas tentaciones", sino de
desarrollar un método educativo-formativo que lleva 106 años siendo "revolucionario"
y que se basa en el autoaprendizaje, el desarrollo de él a través de pequeños
grupos donde los vínculos afectivos y personales se desarrollan al mismo tiempo
que la asunción de responsabilidades desde edades muy tempranas, favoreciendo
el crecimiento sin cortapisas de la propia identidad personal y paralelamente
el fomento del respeto a los demás, basado en el mejor conocimiento de cada una
de ellos sin prejuicios ni estereotipos.
De nuevo conviene remitir al "Método
Scout",
http://www.gruposcout217.net/metodo-scout.htm
y recomendar su lectura: difícilmente
ningún padre, madre, educador, pedagogo o especialista podría encontrar en ese
texto valores o principios que permitan observar que nuestra propuesta educativa
es sectaria, excluyente, diminuta, estricta o sesgada.
La realidad es que entre las
diferentes asociaciones scouts reconocidas internacionalmente predominan los
modelos basados en estos principios nacidos de la experiencia personal de un
hombre que no tenía formación como educador propiamente dicho pero sí una
personalidad compleja, interesante, paradójica, y que supo construirse a sí
mismo desmontando los patrones de la sólida educación victoriana recibida para
convertirse en un ser humano antropocentrista, icono y precursor de la
multiculturalidad actual, humanista y paulatinamente pacifista convencido y un
constante activista social y de la educación.
La segunda realidad es que frente
a la cursilería habitual que persigue la imagen de los scouts, hemos sido
capaces de subir a todos los ochomiles de la Tierra, llevar nuestro espíritu
con el primer ser humano que puso el pie en la Luna, y actuar jugándonos el
pellejo en numerosos conflictos bélicos y humanitarios dando apoyo, montando
infraestructuras y salvando vidas; y lo que es más importante, reunirnos todos
los sábados del año, en todos los países del mundo para hacer Escultismo, que
es lo que hacemos los scouts.
Nuestra realidad es que tendemos
a la actividad física constante con amor profundo y comprometido a y por la
Naturaleza; nuestra realidad de cada semana es que no le preguntamos a la gente
sobre su identidad sexual porque nos parece maravilloso que sea la que sea se
identifique con ella y la viva con honestidad y libertad; la verdad es que no
mandamos a nadie a casa porque lleve la pañoleta arrugada o la camisa sucia; la
realidad es que nuestros Grupos están llenos de blancos, negros, europeos,
asiáticos, africanos...; la verdad es que no sabemos, porque no hacemos cuenta
de ello de si somos muchos chicos o chicas y la verdad es que entre ell@s hay
altos y bajos, cachas y gruesos, rastas y "calvetes", perillas y
barbilampiños; la realidad sin tópicos es que convivimos cristianos con
agnósticos, ateos con protestantes, musulmanes con indefinidos y que lo único
que le proponemos a todos es que vivan con emoción y confianza personal sus
creencias, opiniones y dudas si es que las quieren tener y desean sentirlas.
Nuestra realidad profunda,
aquella que se ve cuando se quiere mirar, es que somos muchos, que todos
valemos, que juntos resultamos mejor que separados y que precisamente,
pretendemos que los scouts, poco a poco sean más libres, más conscientes de su
identidad para ser capaces de integrar sin cortapisas a aquel que piense, con
optimismo nada cursi, que es el momento preciso de mejorar el mundo en el que
vivimos.
Buena Caza y Siempre Listos